No soy sólo un perrito, ¡soy un pequeño manojo de personalidad! Cuando salgo con mis amigos humanos, siempre me llevo la palma. ¿Quién puede resistirse a esta carita tan mona y a esta actitud tan grande?

Lo que más me gusta en el mundo es salir a pasear y descubrir todos los olores que ofrece el mundo. Y créeme, hay muchas cosas que oler ahí fuera. Ya sea el aroma de la hierba recién cortada o el tentador aroma de una barbacoa cercana, tengo olfato para la aventura.

Admito que no me gusta estar encerrada en la perrera del refugio. ¿A quién le gustaría? Por eso, cuando me veas por primera vez, puede que esté ladrando como un loco, rogándote que me saques a pasear para poder estirar las piernas y olisquear. Pero no dejes que mi entusiasmo te desanime: una vez que salgamos a la calle, verás que soy un gran compañero de paseo. Tú sujetas la correa y yo me encargo de olisquear. Estuve en una casa de acogida durante un tiempo y mi familia me dijo que me gustaba ir en coche y que incluso me iba bien en mi jaula.

Una vez que seamos amigos, descubrirás que soy un chico bastante independiente que puede entretenerse solo. Pero seamos realistas, la vida es mucho mejor con un humano para jugar y abrazar. ¿Qué te parece? Emprendamos juntos algunas aventuras y veamos adónde nos lleva nuestra amistad. Créeme, no te arrepentirás.